El tren sale del túnel por el que había sido engullido y mirando por la ventanilla la ciudad está iluminada por los grandes focos de las discotecas y los fuegos en los que los gordos mendigos piden limosna para comprar una triple con queso.
Por el altavoz del tren se escucha: "Última parada, Ciudad Pecado"
Yo, sonrió impaciente.
Previsión climática: Alta humedad, calor sofocante y con probabilidad de precipitaciones.
Al abrirse las puertas de mi vagón ya se podía sentir en el aire el aroma del éxtasis. Dicen que no hay dos personas que lo huelan de la misma forma, cada una tiene su propia manera de oler el pecado, a mi por ejemplo me huele a o, cosa que seguro me viene de la infancia.
Este era sin duda el lugar que mas me aburría de la ciudad. Estaba en Parada Pereza. Toda la gente que trabajaba aquí hacía lo mínimo e incluso menos si les era posible. Para pagar era aconsejable llevar el dinero exacto, el taquillero podía tardar entre 5 y 10 minutos en contar una moneda grande y entre 15 y 20 minutos una pequeña, así que quedaba descartado el uso de la calderilla.
00:47 del nuevo día. Por fin he salido de la estación tras tener que ver como el taquillero contaba los dos bitcoins y medio que costaba el billete de vuelta. Lo compré ahora porque a las 6:30 de la mañana, con resaca y con el cuerpo molido no es muy apetecible quedarse dormido en la estación de Ciudad Pecado esperando por el vago de turno.
Ya fuera, solo puedo decir que me siento un poquito mas viejo. Tengo el cuerpo cansado y los músculos agarrotados, aunque en la calle, poco a poco vuelven a su estado normal. Una de las cosas que siempre me han parecido muy extrañas en esta ciudad es que cada lugar tiene "asignado" un pecado y este influye en las personas que se acercan a estos santuarios de perversión como el dulce veneno inunda el cuerpo del que ya esesta enfermo.
Ya fuera, solo puedo decir que me siento un poquito mas viejo. Tengo el cuerpo cansado y los músculos agarrotados, aunque en la calle, poco a poco vuelven a su estado normal. Una de las cosas que siempre me han parecido muy extrañas en esta ciudad es que cada lugar tiene "asignado" un pecado y este influye en las personas que se acercan a estos santuarios de perversión como el dulce veneno inunda el cuerpo del que ya esesta enfermo.
Quiero llegar a la esquina de Calle Adulterio con Calle Suicida y no recuerdo si era el portal Nº 33 o el Nº 53, cuando llegue allí las profesionales del oral ya me indicarán. Está en la otra punta de la ciudad pero por nada del mundo se me ocurriría coger un taxi, eso es solo para turistas que buscan divertirse con experiencias fuertes. En esta ciudad, los taxis son la ruleta rusa de la carretera; puedes ser la estrella de una violación en grupo, el protagonista de una paliza sin final feliz o el buen samaritano que acaba en una bañera por "donar sus riñones". Hoy no tengo cuerpo para esas cosas, así que iré andando.
Es fácil perderse en una ciudad tan repleta de perversas posibilidades, siempre hay algo nuevo que haga que los sentidos se te disparen o algo nuevo que te dispare sin sentido. 00:51 y Calle Mayor con Menor está abarrotada, se puede ver como las señoras van tan cargadas de maquillaje, pieles caras, grandes sombreros y joyas que parecen los pavos reales de la soberbia. Van caminando meneando las caderas y exagerando todos sus movimientos, paran a mirarse en el reflejo de todos los escaparates y con su pintalabios se repasan los labios de color rojo pasión (putón, no nos engañemos).
Se acerca la hora, 01:17 y el espectáculo está a la vuelta de la esquina. He tenido que correr los cien metros lisos escapando de unos tipos extraños con gabardinas y piruletas. ¿Tan joven se me ve? Debe de ser que me he afeitado y parezco un quinceañero. El olor a regaliz ha ido intensificándose a medida que me iba acercando a Colisevm, el bullicio de personas era abrumador, todos estaban esperando pasar una velada agradable con los espectáculos programados para esta noche.
Yo había comprado mi pase por internet por seguridad, no quería que me arrojaran a un callejón antes de tiempo diciendo "el dinero o la vida". Al final era en Calle Suicida Nº 33 y me podría haber ahorrado tener que pagar a las furcionarias del sexo por que me agarrasen las partes bajas y me señalasen el lugar, la dirección estaba indicada en el reverso de la entrada junto a los pechos de una exuberante mujer.
En la fachada del edificio, un gran letrero luminoso anunciaba los participantes nocturnos:
"SEBO, RÓMULO, PÍCARARA Y PARA FINALIZAR UN INVITADO ESPECIAL ¿?¿?¿?¿?"
Las 01:28 y el publico ya está sentado, cada uno en su butaca, a mi me ha tocado la letra G en la fila 4. Los 1208 asientos de los que dispone la sala están ordenados circularmente alrededor de un escenario al que se accede por una pasarela colgada por encima del público. Toda una obra de ingeniería.
01:30, las luces se apagan por completo y dos focos se vuelven a encender apuntando al centro del escenario donde apareció una mujer ataviada con un vestido negro con puntitos blancos, unos tacones y un pañuelo del mismo estilo que el vestido atado al cuello.
-¡Damas y caballeros! Yo seré su anfitriona en esta noche de placer, el espectáculo de hoy consistirá en tres magnificas actuaciones y una sorpresa final; todo acto impuro está permitido si ello no hace que se levanten de sus asientos, haremos tres pausas y si lo desean pueden avisar a nuestras sexys camareras si lo necesitan. ¡Y sin mas dilatación, Colisevm se enorgullece en presentarles aaaa... SEBO!
Nada mas terminar de decir esto las luces se volvieron a apagar y el suelo empezó a temblar ritmicamente.
Se acerca la hora, 01:17 y el espectáculo está a la vuelta de la esquina. He tenido que correr los cien metros lisos escapando de unos tipos extraños con gabardinas y piruletas. ¿Tan joven se me ve? Debe de ser que me he afeitado y parezco un quinceañero. El olor a regaliz ha ido intensificándose a medida que me iba acercando a Colisevm, el bullicio de personas era abrumador, todos estaban esperando pasar una velada agradable con los espectáculos programados para esta noche.
Yo había comprado mi pase por internet por seguridad, no quería que me arrojaran a un callejón antes de tiempo diciendo "el dinero o la vida". Al final era en Calle Suicida Nº 33 y me podría haber ahorrado tener que pagar a las furcionarias del sexo por que me agarrasen las partes bajas y me señalasen el lugar, la dirección estaba indicada en el reverso de la entrada junto a los pechos de una exuberante mujer.
En la fachada del edificio, un gran letrero luminoso anunciaba los participantes nocturnos:
"SEBO, RÓMULO, PÍCARARA Y PARA FINALIZAR UN INVITADO ESPECIAL ¿?¿?¿?¿?"
Las 01:28 y el publico ya está sentado, cada uno en su butaca, a mi me ha tocado la letra G en la fila 4. Los 1208 asientos de los que dispone la sala están ordenados circularmente alrededor de un escenario al que se accede por una pasarela colgada por encima del público. Toda una obra de ingeniería.
01:30, las luces se apagan por completo y dos focos se vuelven a encender apuntando al centro del escenario donde apareció una mujer ataviada con un vestido negro con puntitos blancos, unos tacones y un pañuelo del mismo estilo que el vestido atado al cuello.
-¡Damas y caballeros! Yo seré su anfitriona en esta noche de placer, el espectáculo de hoy consistirá en tres magnificas actuaciones y una sorpresa final; todo acto impuro está permitido si ello no hace que se levanten de sus asientos, haremos tres pausas y si lo desean pueden avisar a nuestras sexys camareras si lo necesitan. ¡Y sin mas dilatación, Colisevm se enorgullece en presentarles aaaa... SEBO!
Nada mas terminar de decir esto las luces se volvieron a apagar y el suelo empezó a temblar ritmicamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario